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Una verdad como un templo
En alguna ocasión le he dedicado una entrada a esa oscura infusión que todo adulto madrugador necesita religiosamente cada mañana para empezar bien el día (aunque no siempre funcione como uno espera): El café.
Pero, como todo, tiene un margen de aceptabilidad. En el caso del café, es en función de su temperatura:
Vía | Core77
miércoles, julio 15, 2009
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Etiquetas:
humor
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1 comentario:
Pijus Erectus dijo:
¡Sí señor, éste es mi chico preferido! Verdades como templos a primera hora de la mañana. Bueno, vale, ya sé que es mediodía, pero es que es lunes y todavía no me he despejado la cabeza. Voy a por el tercer café (helado), a ver si por fin vuelvo en mí.
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