Me encantan los inventos que pretenden innovar juntando dos o más elementos ya existentes, aunque el resultado, en la mayoría de los casos, sea de lo más absurdo e inútil. Y, ya sea por la curiosidad que generan o porque otorgan a un objeto cotidiano un pequeño aliciente extra, consiguen esa innovación pretendida. O por lo menos que el comprador potencial piense: "esto lo quiero para enseñárselo a mis amigotes" (véase iPhone ), y lo compren igualmente, que es el objetivo al fin y al cabo.

Esta camiseta de Petter Hanberger es una camiseta normal, pero con ese añadido que la hace "especial": Tiene impreso un calendario de 2009 con el fin de que taches cada día en el que la prenda está en ti. Así, al final del año, sabes con cuánta periodicidad repites modelito.