Durante una visita a un Instituto Psiquiátrico, un visitante le preguntó al director qué criterio usaban para definir si un paciente debería o no ser internado.
- Bueno -dijo el director-, hacemos la siguiente prueba: llenamos una bañera con agua, ofrecemos al paciente una cucharita, una taza y un cubo y le pedimos que deje la bañera totalmente vacía. En función de cómo lo haga, sabemos si hay que internarlo o no.
- ¡Ah! Entiendo. Una persona normal usaría el cubo porque es más grande que la cuchara y la taza.
- No. Una persona normal quitaría el tapón de la bañera. ¿Quieres la cama cerca de la ventana?”