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"San Valentín se baila" era el lema de esta macrofiesta en la que hubo bailes, premios y, cómo no, multitud de parejas expresando su amor abiertamente y sin pudor ante los ojos del resto de asistentes.
Como sé que con esta última frase has pensado mal, porque te conozco, he de aclararte que las muestras amorosas fueron en forma de mensajes y deseos que se plasmaron en un enorme mural:
Los bailes bien, gracias. Más animados es difícil. Y es que, claro, si uno se pone delante de una Kinect (el cacharrito ese nuevo de Microsoft con el que tú mismo/a eres el mando de juego), como era el caso, antes de que te des cuenta y aunque no te lo propongas ya estás bailando. Y, si no, los/as animadores/as se encargan de hacer el resto:
(Pincha en las imágenes para ampliarlas)
Y, como en todo evento multitudinario que busque participación activa que se precie, hubo también suculentos premios y regalos (porque, seamos sinceros, lo "importante", con los tiempos que corren, ya no es participar -...a mí me lo van a decir...-) entre los que se encontraba, nada menos, un viaje a Las Vegas.
El año que viene, señor Corte Inglés, que no se haga sólo en Madrid.
San Valentín se baila
(Aviso: Estamos de promoción, con confianza).
Hay años en los que (cosas de la vida) San Valentín no es solamente "un día más en el calendario" o un día nada más que "para los demás". Años en los que sí hace ilusión que llegue e incluso se acoge con agrado, y en los que uno deja de verle importancia a eso que dicen de que San Valentín sólo es un invento de El Corte Inglés.
Y precisamente hablando de inventos de El Corte Inglés, ayer domingo, 13 de febrero, se organizó una buena, en plena calle y sin que el frío del invierno aplacara los ánimos, en la plaza de Callao de Madrid, con motivo, como ya habrá sabido adivinar el avispado lector, del día de San Valentín.
"San Valentín se baila" era el lema de esta macrofiesta en la que hubo bailes, premios y, cómo no, multitud de parejas expresando su amor abiertamente y sin pudor ante los ojos del resto de asistentes.
Como sé que con esta última frase has pensado mal, porque te conozco, he de aclararte que las muestras amorosas fueron en forma de mensajes y deseos que se plasmaron en un enorme mural:
Los bailes bien, gracias. Más animados es difícil. Y es que, claro, si uno se pone delante de una Kinect (el cacharrito ese nuevo de Microsoft con el que tú mismo/a eres el mando de juego), como era el caso, antes de que te des cuenta y aunque no te lo propongas ya estás bailando. Y, si no, los/as animadores/as se encargan de hacer el resto:
Y, como en todo evento multitudinario que busque participación activa que se precie, hubo también suculentos premios y regalos (porque, seamos sinceros, lo "importante", con los tiempos que corren, ya no es participar -...a mí me lo van a decir...-) entre los que se encontraba, nada menos, un viaje a Las Vegas.
El año que viene, señor Corte Inglés, que no se haga sólo en Madrid.
lunes, febrero 14, 2011
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