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Análisis: Por lo visto, la moza protagonista y su prudente y asexual (me veo incapaz de dilucidar su género) acompañante de asiento trasero de autobús juegan a impulsarse en cada bache del camino, aprovechando la inercia de la amortiguación del vehículo que ocupan, para entretenerse dando saltitos. De pronto, no se sabe si por mucho bache, mucho impulso, mucha inercia, o una caprichosa combinación de factores, la moza sale despedida de su emplazamiento, yendo a parar dos filas de asientos más alante, y recibiendo un golpe por cada uno de los factores interventores: uno contra el techo, otro contra el asiento y un último contra el suelo. (Imagínensela durante el fugaz vuelo viendo pasar asientos y escogiendo el lugar de aterrizaje: "este no, este tampoco... ¡este!"). Un instante después del trastazo, cual sketch de Benny Hill en el que el que "vuela" es un muñeco de trapo y el actor espera pacientemente en el lugar en el que debe caer, la moza asoma la cabeza y ocupa el asiento contra el que se acaba de dejar los dientes, a modo de: "no, si yo siempre me siento así"... Debería de dar las gracias a quien tuviera la idea de acolchar los asientos.
Cuasi-ingravidez momentánea
El siguiente vídeo lo vi hace unas semanas. Dije "qué tía más tonta"... y nada más.
Ayer me encontré de nuevo con el vídeo y volví a verlo otra vez. Debía de tener, como es costumbre últimamente, el día tonto... y tras un minucioso análisis casi muero de la risa. Después lo vi 56 veces más.
Análisis: Por lo visto, la moza protagonista y su prudente y asexual (me veo incapaz de dilucidar su género) acompañante de asiento trasero de autobús juegan a impulsarse en cada bache del camino, aprovechando la inercia de la amortiguación del vehículo que ocupan, para entretenerse dando saltitos. De pronto, no se sabe si por mucho bache, mucho impulso, mucha inercia, o una caprichosa combinación de factores, la moza sale despedida de su emplazamiento, yendo a parar dos filas de asientos más alante, y recibiendo un golpe por cada uno de los factores interventores: uno contra el techo, otro contra el asiento y un último contra el suelo. (Imagínensela durante el fugaz vuelo viendo pasar asientos y escogiendo el lugar de aterrizaje: "este no, este tampoco... ¡este!"). Un instante después del trastazo, cual sketch de Benny Hill en el que el que "vuela" es un muñeco de trapo y el actor espera pacientemente en el lugar en el que debe caer, la moza asoma la cabeza y ocupa el asiento contra el que se acaba de dejar los dientes, a modo de: "no, si yo siempre me siento así"... Debería de dar las gracias a quien tuviera la idea de acolchar los asientos.
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5 comentarios:
Joder, pues sí que mola, sí, xD. Es impresionante la ingravidez que llega a alcanzar, parece Matrix, LOL.
Hostias a parte, ese viajecito tuvo que molar bastante.
PD: Te noto... ¿ausente?
Estoy más bien en modo intermitente. El que sí ha parecido estar ausente (y durante bastante tiempo) has sido tú... ;) ¿Todo bien?
HAHAHAHAAH! que chistoso xD no me puedo dejar de reir xD y después se levanta, se sienta y se hace la que nada pasó xD
madre mía....la gente está ida de la olla ejejejjee pero el ostiazo que se da no veas, qué bueno ejejejejee no creo que vuelva a hacerlo en próximos viajes...o quizá sí....sí...seguramente lo repita, que la gente no aprende ejejejejjee
Buaaaaaa... ¡vaya hostia!
Es super simpática la postura en la que llega al techo, jajajajajajajajajajajajajajajaja.
Voy a verlo otra vez... :)
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